Homenaje

Después de aquella noche definitivamente no seria él mismo. Había logrado traspasar las barreras del espacio y del tiempo, recorrido en sentido inverso el camino hecho por los Perros de los Tindalos. A la mitad del viaje emergio a lo que pasaba por espacio y tiempo. Y logro obtener una imagen del perverso Cthulhu. En plena danza demente flotando en medio del caos y solo ello fue lo que lo salvo. Regreso. Sus noches estaban llenas de insanos deseos, algo lo había tocado. Durante el día trataba de advertir, de prevenir el desastre inminente. De convencer a sus contemporáneos que aquello no era solo el delirio de un escritor loco. Era real. Pero la imagen era mirada con los ojos del ahora y aquello no pasaban de ser... nada de que preocuparse. Pasaría los últimos días recluido en un sanatorio, era por el bien de los demás y naturalmente, como lo sabia su Doctor, del Gran Cthulhu.